Cuando los ojos
Son los peores enemigos
Del espíritu casto
Del no poder dormir
Uno quiere que lo vean
Que lo toquen, que lo palpen
Que lo respiren, que lo transpiren
Que lo contengan, que lo dibujen
Uno se vuelve invisible
Ni un poema puede dar existencia
A este tonto cuerpo que soy yo
Del que tantos se quejan
Uno quiere que le hablen
Que lo cocinen, que lo adivinen,
Que le canten, que lo escriban
Solamente a uno ya no lo ven