.té, concierto y copa.

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Te dejo el olor que quedo en la copa/
Los dos botones de tu falda/ El broche último de tu vestido/
Un acorde, tres guitarras y un contrabajo/
El té a medio marinar y el pastel de cumpleaños inconcluso/

El sol vuelve todos los días
En forma de canción y calienta la voz/
Esa que se afina ahora y calla tanto/
Y pone a tantos días el color/

Te dejo la ternura de un León/
El santuario de las aguas que corren/
Y los abrazos de un roble
Que se acercan al paraíso/

Un concierto parece el inicio del cielo
Y un paso y otro hasta convertirse en danza/
El límite del insomnio es este cartel de poesía
que empieza con el olvidado silencio/