.volver.

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Quiero tocar un piano invisible
En el que tu cuerpo desnudo
No sea la única partitura
Que me he aprendido, que he conocido

Quiero plantar planetas extraordinarios
A las orillas de las carreteras
Tímidos, tiernos, no descubiertos,
Lejos de tus palabras, de tus sentidos

Quiero morder cada pedazo de granizo
Y coleccionar cada viso de cielo nublado
Para volver la lluvia solo mía
Y no tener que compartirla con tus recuerdos

Quiero desdibujar cada uno de tus pasos
Para que el camino quede libre
Y las miradas sutiles de las malvadas mujeres
Lleguen sorprendiendo sin avisar

Quiero quedarme quieto y salir corriendo
Volver a Buenos Aires y quedarme en silencio
Silbar a un estanque, matar el tiempo
Dar de comer a mi gato y decir que estoy bien


.anonima.

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Si de mujeres se trata
He de hablar de ellas
Desde el anonimato
Que le corresponde a cada una

Ella presa de la música que respira
De las bendiciones obligadas
Quiere estar conmigo, con ella, con él
No le queda ni un solo suspiro

Ella inútil frac de constructor
Desconocida amante por las noches
Deseada por los inteligentes idiotas
Mira sus manos, no quedan dedos

Anonimato que ahora te corresponde
En el mismo lugar de mi presencia
Consciencia vulgar entre sus sabanas
Ella estuvo allá y acá, nunca estuvo


.de haber sido yo.

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Uno se siente morir. Morir en verdad. No morir en vida. Sino morir dejando de respirar. Todas las noches se sueña lo mismo. Un detalle más aparece para dar sentido al dolor que se siente en el pecho. Una cosa es la música cuando se puede tocar y otra cosa es querer cantar y no tener voz. Las canciones son puntadas filosas que van cortando en pedacitos diminutos, lentamente como torturando, el carácter, la confianza de querer ser que uno imagina, de sentir que uno puede atraer a alguien, que alguien lo quiere besar a uno. Quisiera uno poder identificar qué abrazos son los que uno prefiere, simplemente es un pensamiento errático, sin forma, sin fondo, atascado en la sopa de lagrimas que como a diario. ¿Será posible morirse en vida? ¿De qué se trata? ¿Puede uno suicidarse y seguir viviendo? Pareciera que la respuesta a esas preguntas es lo que vivo a diario ahora. No puedo responder que si, no puedo responder que no, solo sé que tengo la respuesta. Uno piensa que hacer público lo que hay en el cofre de la existencia no es de mucho interés, a veces ni a mí me interesa leerme a mí mismo, de hecho no me leo, sospecho que me estoy escribiendo a través de estas malas y estúpidas letras, aunque sea un simple acto de fe de un torero al que se le olvida su media verónica. Ratifico que los problemas no son geográficos, siento que la vida persigue el camino que uno recorre, lo que no tengo claro es si la vida es una conjunción de eso que se ha trazado para uno, ó si uno es el que traza el camino para la vida. Es como si la vida fuera un ente externo, ajeno a uno, ajeno a las palpitaciones del corazón, de la sensación de hambre, del deseo sexual, del engaño de creer que uno ama y lo aman. La vida es un ovni dentro de la propia vida. La vida se encierra a sí misma, y solo sabe de sí misma, y se desconoce a sí misma. La vida es su propio misterio. Siempre he dicho que las lógicas de la vida son las menos lógicas, supongo entonces, que por eso se sufre de manera tan intensa. Cuando el sabor de los alimentos se ha ido, cuando se sabe que nadie leerá esto, cuando se tiene por certeza que se escribe muy mal y de manera tan obvia, uno se arrepiente de haberlo hecho aunque digan que uno en la vida no tiene que arrepentirse de nada. Y como yo no estoy en vida, puedo darme el derecho de arrepentirme. Me arrepiento de haberle dado un sí alguien que dudo de mí. Me arrepiento de sentir que la corriente va en contra y que uno debería ser por ello un personaje esencial y particular. Me arrepiento de creer inertemente que uno tiene un propósito en la vida. Me arrepiento de haber pisado tantas tierras desconocidas. Me arrepiento de haber conocido el corazón de muchas personas sin que ellas conocieran el mío, que desgarbado y bucólico, tenía algo que mostrar. Me arrepiento de tantos años de psicoanálisis. Me arrepiento de pensar que vida es vida. Me arrepiento de haber escrito una canción que es mía pero de la cual yo soy totalmente anónimo. Me arrepiento de especular con querer ser escritor y pensar que podía tener el pan de cada día por medio de las letras. Me arrepiento de no ser rico, ni famoso, ni bien parecido, ni agradable persona, en últimas, en esta vida, me arrepiento de ser yo.

.música para velorios.

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Tu silencio amañado
Es música para velorios
Llamas que agonizan
Escaparate de mi huida

Otros brazos menos tibios
Barnizan la delicada sentencia
Entre las cenizas de mi cuerpo
Yacidas en basurero infinito

Los crucifijos hechos con tu piel
Se alternan con cada pestañeo
En las noches que ahogas tu voz
En perfumes que se confunden conmigo

Y sollozo sobre la oración
Hecha de flores marchitas
Cuando me quise ir no me fui
“no me voy, me quedo aquí”

.llaga.

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La soledad es el dulce bálsamo
Sobre las sabanas del recuerdo
De aquellas notas de guitarra
Que sentían vergüenza al tocar

Lo místico de las letras
Es que nunca serán leídas
Por los labios de agave
Que tanto embriagaron

Soledad llaga incesante
Música sorda para velorios
Besos destilados
Cantaritos sin compañía

El tiempo pasa lento
Como cuchillos pompos
Y violines al viento
Volcado sobre lagrimas

.gafas de no ver.

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Hoy te entrego
Las gafas de no ver
Para que tus ojos candelarios
Busquen entre la lluvia

A tus pupilas que fueron mapas
De navegación absoluta
Mientras yo estoy perdido
En lo suntuoso de tu cuerpo

A tus medias pegadas
A esos muslos matemáticos
Que considere mi universo
Entero, precioso y cristalino

Gafas de no ver
Los lentes son mis lamentos
Y como decía el abuelo:
“si te vieras con mis ojos"

.mirar.

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Cuando los ojos
Son los peores enemigos
Del espíritu casto
Del no poder dormir

Uno quiere que lo vean
Que lo toquen, que lo palpen
Que lo respiren, que lo transpiren
Que lo contengan, que lo dibujen

Uno se vuelve invisible
Ni un poema puede dar existencia
A este tonto cuerpo que soy yo
Del que tantos se quejan

Uno quiere que le hablen
Que lo cocinen, que lo adivinen,
Que le canten, que lo escriban
Solamente a uno ya no lo ven

.la nota que suena en la.

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Unos amigos que durmieron
En los pétalos invisibles
No son tintas, no son ellos,
Se cubren de misterios

Uno quisiera ser el agave
Que destila fragilidad
De la cabeza a los pies
Con un rojo imposible

No esperé cruda lealtad
Ni que cada abrazo
Fuera dado a una casa de empeño
Ahora ellos son libres, yo estoy preso

Cubriré de canciones y desvelos
La toga infinita del verdugo
Que significaron las vacías copas
Y la salmuera de sus besos

El viento suena en La
Los pétalos son la sal
En la invivible cocina
De este pobre muerto

.lo que me toca.

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Fuiste un par de alas impares
Volando sin siquiera despegar
Ya me di cuenta por mi cuenta
Que aquí no querías estar

Es un escrito malo
Pero es uno de esos que duelen
Y forman eclipse en lo que se siente
A medida que se vive, a medida que se muere

Ahora se cual es el lugar que me toca
El de creerme absurdo indeleble
Cuando solo era torpe aprendiz
De tus caricias imberbes