Nadar sobre miel, ser como el anzuelo, como el pez/
Amarrar las manos, caminar sin ruta, sin revés/
De copa en copa, de vez en vez, de lo que es a lo que no es /
Con la luz de las noches y la humanidad de los dioses/
Llover sobre litros de café, como quien vuelve, como quien resuelve/
Vaciar el azúcar sobre el mar, sobre la piel, sobre la tez/
Al ver sobre el espejo vacio aquel que es y que no es/
En compañía de una margarita que llega a su adultez/